“Lo que me hace sentir bien no es que me digas que puedo contar contigo, si no que yo sé que es cierto.”
“Lo que me hace sentir bien no es que me digas que puedo contar contigo, si no que yo sé que es cierto.”
A profesionales que apoyan a la persona desde la persona que es, no desde el “experto” que se suponía que debíamos ser. A profesionales que generan confianza en las personas, que las escuchan profundamente, sin juicios, viendo posibilidades más que barreras. A profesionales que tiene capacidad, competencia técnica, relacional y ética. A profesionales con valores alineados con que las personas tengan vidas buenas, y que los demuestran en sus comportamientos cotidianos. A profesionales que hacen lo que dicen que van a hacer, que no generan falsas expectativas. Profesionales con coraje para enfrentarse a retos difíciles. A profesionales que consideran bueno para todas las personas lo que es bueno para ellos.
A profesionales que se echan a la espalda el peso de las intervenciones, a su coste personal, porque no encuentran apoyo del Servicio. A un entusiasmo a veces “camicace” por la transformación, que no respeta ritmos, y que genera falsas expectativas en las personas. A profesionales que desempeñan exclusivamente un rol de experto frente a familiares o personas con discapacidad intelectual. A prácticas profesionales basadas en juicios y prejuicios. A profesionales que se fugan de la responsabilidad, que buscan excusas en vez de caminos para hacer.